Cuando llevamos un vehículo somos responsables de respetar las normas de tráfico y de los daños que podemos causar.
A veces no somos conscientes que determinadas conductas como saltarse un stop, atravesar una línea continúa o hacer un giro prohibido, pueda resultar un delito si las consecuencias son un siniestro con víctimas graves o mortales. Infringir una norma de circulación o no respetar una señal pueden ir más allá del incumplimiento del código de circulación.
Las distracciones al volante, especialmente el uso del móvil cuando conducimos, son el principal causante de los accidentes con víctimas (23%). El segundo lugar lo ocupa las infracciones de las normas de circulación (22%), entendimiento como una infracción que tiene incidencia directa en un siniestro, por delante de otros factores como el error del conductor, el exceso de velocidad o el alcohol. Hay que tener en cuenta que en un mismo accidente pueden concurrir varios factores, como por ejemplo el exceso de velocidad y el error del conductor.
En los últimos años, el móvil ha sido ls causa principal de accidente como elemento de distracción, cuando antes eran las infracciones a las normas, la principal causa. Esto indica un predominio sostenido en el tiempo de cierto comportamiento generalizado al volante que ignora o desobedece la normativa de circulación.
Con las últimas modificaciones del Código Penal, pero, hacer un adelantamiento con línea continua o no respetar una señal de stop, por ejemplo, si supone la causa del siniestro y este ha provocado lesiones o la muerte de alguna persona, puede comportar una responsabilidad penal para el conductor.
Las infracciones más habituales
- Colisiones por alcance por no mantener la distancia de seguridad.
- No respetar la señal de stop, de ceder el paso o de giro
- Colisiones frontales por adelanto en lugar prohibido o con línea continua.
Y ¿cómo evitar estas colisiones?
- Observación y respecto de las normas y señales de circulación.
- Prestar atención a la conducción y a la señalización de la vía.
Tenemos que empezar a dejar de normalizar la infracción de una norma de circulación como una cosa cotidiana o, incluso, inevitable. Detrás de este comportamiento puede provocar un siniestro con víctimas y que en función de las lesiones y del tipo de imprudencia, la infracción puede acabar siendo un delito.
Goncal Formació
Cornellà/Viladecans, 10 marzo 2023