Circular con el coche en línea recta no requiere ningún control en especial, solo el sentido común y respecto a las normas será suficiente, pero cuando se trata de un trazado con curvas y tenemos que girar el volante, la situación es muy diferente y entra en juego otras habilidades porque las transferencias de peso del vehículo, de delante a detrás y las laterales, hacen que necesitemos los conocimientos prácticos para tener nosotros el control.
Las trazadas en las curvas son todo un desafío por muchos conductores. La experiencia es determinante para coger las curvas correctamente, no obstante, si aplicamos algunos trucos, mejoraremos en eficacia y seguridad.
Te relacionamos algunos consejos para hacer que las curvas no sean ningún problema:
- Analizar el trazado: Antes de llegara la curva tenemos que visualizar al máximo su recorrido. Saber el tipo de giro que tiene y de qué manera actuaremos, reducirá el riesgo y nos asegurará hacer el tramo correctamente.
- Atención a las señales: Esta información es muy importante. Saber hacia donde es el giro, la velocidad adecuada máxima (obligatoria o recomendada), los paneles que indican su peligrosidad y la reducción de velocidad que tendremos que hacer, serán indicadores que nos servirán para evitar accidentes.
- Adecuar la velocidad: Reducir la velocidad conveniente, teniendo en cuenta que las curvas lentas son más difíciles y las rápidas más peligrosas si se comete algún error. Desde el primer momento se tiene que reducir la velocidad y girar al volante cuando la velocidad sea la correcta, antes de la curva. Cualquier actuación posterior implica correr riesgos.
- La marcha justa del coche: La caja de cambios tiene que llevar la marcha adecuada, ni muy corta ni muy larga. Si el cambio se automático, éste hará su función.
- Colocación de la trazada: Dentro del espacio posible del carril tenemos que encontrar la trazada más efectiva posible. Contra más recto esté el coche mejor y, por lo tanto, el giro del volante tiene que ser el mínimo imprescindible. Trazar una línea la más larga posible, dentro del carril y sin invadir el sentido contrario, será la opción más segura.
- De fuera adentro: Se tiene que aprovechar al máximo el espacio posible y circular de fuera hacia dentro será lo más conveniente. La trayectoria correcta es en el caso de una curva a la izquierda, al inicio de la misma, acercarnos a la derecha, intentando trazar una recta que nos lleve en la salida de la curva (parte derecha) y al revés si la curva es a la derecha.
- Las manos, bien colocadas: Una correcta posición nos dará la posibilidad de rectificar más fácilmente en caso de necesidad.
- La suavidad en la conducción es importante: En todo momento, la maniobra de coger la curva tiene que hacerse con suavidad, tanto el frenazo, el giro y la posterior salida. Hacerlo con brusquedad aumentará el riesgo de salirse de la calzada o vía.
- Curvas enlazadas: Cuando nos encontramos con una serie de curvas, principalmente las encontraremos en la montaña, tendremos que incrementar la atención y coordinar muy bien las secuencias de acciones, circulando siempre por la línea más segura y efectiva.
- La prudencia, imprescindible: Cuando en una vía hay curvas, la prudencia tiene que ser todavía mayor. Encontrarse con una situación imprevista, aunque sea externa, si mantenemos la calma y actuamos de manera prudente, evitaremos el riesgo de sufrir un accidente.
Las curvas son uno de los riesgos a tener en cuenta a la hora de conducir un vehículo. Conocer la manera de cómo cogerlas, ganaremos en seguridad y evitaremos accidentes.
Goncal Formació
Cornellà, 7 febrero 2022